Desde tiempos inmemorables, el hombre ha tenido una conexión con el incienso, ya sea por su agradable olor estético, por su uso en ceremonias y rituales, su uso religioso, en la limpieza o sanación, o como repelente de la mala energía, espíritus y la mala suerte en un contexto espiritual y terapéutico.
Existen dos tipos de inciensos
Quema directa, ya que no requiere mayor preparación. Las formas más comunes son: El Incienso en cono o en barra que es una mezcla que parece ser arcilla en forma de cono o de incienso pero sin la varita que lo sostiene; Y el Espiral, que es el menos usado.
Quema Indirecta. Granulado en una mezcla de resina, aceites esenciales, fruta seca o miel y plantas y flores secas. Para este tipo de incienso se necesita un carbón para que esté quemando el incienso.
Los beneficios del incienso varían en función de la fragancia que se elija, pues cada aroma cuenta con unas propiedades específicas que conviene conocer para dar con aquel más acertado y conseguir el efecto que estamos buscando.
Lavanda: ideal para liberar tensiones negativas, es relajante y calmante, ayuda a crear un ambiente de tranquilidad, aporta paz y felicidad.
Canela: aporta calidez y confort al ambiente, es bueno para la meditación y aclarar las ideas. Además, es afrodisíaco y un gran complemento para los momentos de intimidad con la pareja, pues es perfecto para crear un ambiente romántico lleno de erotismo.
Eucalipto: purifica el espacio y estimula la fuerza física y mental. Es excelente para favorecer la salud del sistema respiratorio y refrescar las estancias.
Cítrico: favorece la calma y la paz interior. El incienso de limón o naranja son buenas opciones para purificar y revitalizar el ambiente, favorecer la concentración y fomentar la imaginación.
Sándalo: aporta paz y tranquilidad, ayudando a calmar los nervios y combatir el estrés. Facilita la meditación y alcanzar la paz espiritual. Aleja las energías negativas y libera miedos.
Coco: excelente para despertar el deseo y estimular el placer sexual. También es bueno para eliminar la negatividad del hogar.
Jazmín: desarrolla la concentración y la inspiración. Es relajante, equilibra las emociones, mejora el estado de ánimo y refuerza el optimismo.
Azahar: ideal para la felicidad y favorecer el buen descanso y un sueño reparador.
Rosa: disminuye el estrés y relaja el cuerpo y la mente. Es un gran complemento para un ambiente romántico, ya que estimula los sentidos sexuales y promueve los pensamientos de afecto.
Vainilla: es calmante, revitalizador, afrodisíaco y activador de los sentidos.
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