Para trabajar en casa, hay que tener un espacio de trabajo adecuado. Un espacio agradable, funcional, en el que estemos a gusto para realizar nuestro trabajo.
Busca un espacio agradable:
Si vamos a pasar muchas horas al día trabajando en este espacio, tendremos que diseñarlo para conseguir una atmósfera agradable que nos ayude a concentrarnos. Evita trabajar desde la cama o algún sofá.
Elige un espacio con luz natural:
La luz natural nos ayudará a trabajar mejor, es beneficiosa para nuestra salud visual, y además, nos ayudará ahorrar energía.
¡Mantén todo en orden!
Trabajar sin orden es misión imposible. Sobre todo, si tu trabajo requiere cierta concentración. Para conseguirlo, nada mejor dejar a mano solo la cosas que necesitas a diario, y dotarte de elementos que te ayuden a ordenar, guardar y clasificarlo todo.
Escoge bien el mobiliario:
El mobiliario es uno de los puntos que más debemos cuidar a la hora de diseñar nuestro espacio de trabajo en casa. La mesa debe ser funcional y adecuada al espacio, la silla debe ser cómoda... y sobre todo, si el rincón de trabajo comparte espacio con la sala o con el dormitorio, hay que buscar muebles que se integren en el ambiente.
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